Cocina al vapor
La cocina al vapor permite preparar la comida de forma económica y sencilla. Con ella, los alimentos son más fáciles de digerir y además mantienen todo su sabor, pero con mucha menos grasa.
Este tipo de cocción consiste en cocinar los alimentos con el vapor que suelta el líquido que hierve, que normalmente suele ser agua a la que se puede añadir algún tipo de hierba aromática. Los alimentos se colocan sobre una rejilla dentro de un recipiente con agua en el fondo. Lo único que se debe vigilar es que la comida y el líquido no entren en contacto.
Esta forma de cocinar es adecuada para aquellas personas que siguen un régimen de adelgazamiento y además es muy recomendable para todos en general. ¿Cuáles son sus principales ventajas?
- Las vitaminas y los minerales de los alimentos se conservan en mayor cantidad que en otros métodos más tradicionales entre nosotros, como por ejemplo la cocción en agua.
- Los aromas y sabores de la comida se mantienen intactos.
- No necesita que se le añada ningún tipo de grasa.
- La comida resulta mucho más jugosa.
- Y ya en plan práctico, no hay que darle la vuelta a los alimentos y además éstos no se pegan ni se queman.
Podemos cocinar cualquier tipo de alimento al vapor, aunque habrá que tener algunas consideraciones en cuenta: si cocinamos cualquier tipo de carne debemos acordarnos de salarla y añadirle alguna hierba aromática (romero, orégano…) antes de meterla en el recipiente y en el caso de las verduras es mejor no usarlo en las de hojas verdes como la acelga o las espinacas, porque perderían color y sabor.
Os animo a que probéis esta técnica con las verduras y carnes que normalmente cocéis, veréis como cambia el sabor!
Foto: Vaporera de Lékué