Dieta alta en proteínas

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Probablemente hayas oído hablar alguna vez de la dieta hiperproteica (aunque quizá no con ese nombre). Se trata de una dieta «milagrosa» que te propone adelgazar gracias a comer muchas proteínas y eliminar los carbohidratos. Algunos ejemplos famosos son, por ejemplo, la dieta de Atkins o la dieta de los 5 días.

¿Funciona esta dieta? A corto plazo consigues una bajada significativa de peso, pero lo que estás haciendo es enfermar tu metabolismo. La distribución correcta de nutrientes es un 15% de proteinas, un 25% de grasa y un 60% de carbohidratos. Si buscas adelgazar a largo plazo y estar sano, debes mantener los porcentajes, pero bajando el número de calorías.

¿Quieres saber por qué es tan negativa esta dieta?


Este tipo de dietas se basan en permitir todo tipo de proteínas (carnes, lácteos, huevos…) pero demonizar los hidratos de carbono -restringiendo incluso frutas y verduras-. Pero es que los hidratos de carbono son necesarios para que nuestro organismo tenga suficiente energía.

Al reducir los hidratos de carbono de la dieta,  se produce una situación metabólica llamada cetosis, lo que  induce al cuerpo a quemar grasas a fin de obtener energía.

¿Cuál es el problema? Este proceso genera toxinas que tiene que eliminar el riñón, lo que pone en serio peligro este órgano.  Además, la cetosis hace que pierdas el apetito e incluso que sientas náuseas, ya que provoca unos síntomas similares a los que sentimos cuando estamos enfermos (y no tenemos hambre).

Por estas dos razones  (quema de grasas y falta de apetito) la dieta hiperproteica permite una rápida pérdida de peso las primeras semanas. Pero después se estanca y, habida cuenta de que es imposible continuar así mucho tiempo -pues te pondrías enfermo- te ves forzado a volver a una dieta normal que como no sabes hacer (por eso has recurrido a esta dieta) favorece el efecto rebote.

Esta dieta puede ser utilizada durante lapsos cortos de tiempo y siempre bajo supervisión médica. Pero una vez logrado el descenso de peso es necesario seguir una dieta tradicional, y si no vas a ser capaz de llevarla a cabo, mejor no tratar de recurrir a soluciones fáciles.

Además de los problemas renales, estas dietas provocan problemas hepáticos, dolores de cabeza, cansancio e hiperuricemia. Y el abuso de productos cárnicos puede causar problemas del corazón.

Hay una respuesta más sana para adelgazar y es seguir una dieta equilibrada, pero baja en calorías. Tomar las proteínas justas y priorizar el consumo de vegetales. Eliminar las grasas de la dieta. Y hacer mucho ejercicio. No vale la pena subir y bajar de peso constantemente poniendo en riesgo la salud.

¿Has probado alguna vez esta dieta?

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