10 Consejos para mejorar la circulación en tus piernas
La mala circulación en las piernas es una dolencia que puede tener graves consecuencias. Desde manifestaciones menores, como calambres o hinchazones, hasta problemas más graves como várices, dificultad para caminar o incluso infecciones. Por eso es importante poner atención en la posible falta de fluidez sanguínea de los miembros inferiores.
Aquí te ofrecemos diez consejos caseros para mejorar tu circulación y lograr una mejor calidad de vida, no te los pierdas!
Dormir con las piernas levemente levantadas, colocando un pequeño cojín, ayuda significativamente a reducir hinchazones y dolores.
Al ducharse, alternar entre el agua caliente y el agua fría, siempre terminando con el agua fría. Estas duchas de contraste suenan bastante sacrificadas –sobre todo en invierno– pero es cuestión de acostumbrarse.
Usar ropa cómoda. Prendas demasiado ajustadas, como jeans, pueden producir una marcada disminución del flujo sanguíneo.
No cruzar las piernas durante mucho tiempo.
Consumir mucha agua, al menos dos litros diarios.
Asegurarse de hacer algún deporte o actividad física. Puede ser natación, bicicleta o simples caminatas. Pero no hay que perder de vista que el sedentarismo es el mejor amigo de los problemas de circulación.
Usar medias y ropa específicas para mejorar la circulación. Las llamadas medias de terapia de compresión, se venden con elastizados livianos, fuertes o incluso extrafuertes. Se obtienen solo en farmacias.
La alimentación es vital. Hay que evitar los alimentos con muchas grasas y buscar los que son ricos en potasio y vitaminas B y C. Por ejemplo, naranjas, plátanos o frutos secos.
Evitar el calor directo sobre las piernas es fundamental. Eso implica alejarse de estufas, depilación con cera caliente o cualquier otra fuente calorífica.
No fumar. El tabaco no solo daña nuestros pulmones. Al ser un vasoconstrictor, contrae las arterias e impide la normal circulación de la sangre.
Estos pequeños consejos pueden ayudar sensiblemente en nuestra vida cotidiana. Sin embargo, eso no va en desmedro de la necesidad de visitar a un especialista si empezamos a notar síntomas de tener problemas circulatorios.