Combatir la flacidez
¿Cómo combatir la flacidez? Tener el cuerpo «blandito» es una pesadilla para muchas de nosotras, y más ahora que se acerca el verano, pero lucir un cuerpo firme y tonificado es posible. Eso sí, hace falta un elemento imprescindible: constancia.
La flacidez se produce cuando la piel pierde el colágeno y la elastina, sustancias que mantienen la piel elástica y en su sitio. Las causas de esa pérdida son múltiples, y debemos tenerlas en cuenta para prevenir su aparición.
¿Quieres saber cómo prevenir y combatir la flacidez?
Como ya hemos dicho, lo primero para evitar la flacidez es prevenirla, y para eso es fundamental saber qué cosas producen una pérdida de colágeno y elastina:
- Tomar el sol (especialmente en la gente de piel clara).
- Subir y bajar de peso muy rápidamente.
- El sendentarismo (se pierde masa ósea y muscular).
- Una alimentación pobre en proteínas.
- Los cuerpos redondeados y/o propensos al sobrepeso sufren flacidez con mayor facilidad.
Así, para prevenir la flacidez conviene tomar el sol con mesura y siempre con filtro solar, mantener el peso constante (o adelgazar poco a poco en caso de que sea necesario), hacer ejercicio físico, y llevar una dieta sana y equilibrada, pobre en grasas y azúcares refinados.
Una vez que la flacidez ya se ha presentado, la manera de combatirla es muy similar a la manera de prevenirla, aunque exige más compromiso, especialmente en lo referente a hacer ejercicio de forma frecuente.
Lo ideal es alternar ejercicios aeróbicos (la natación es muy recomendable, porque activa todos los músculos del cuerpo ) con otros de tonificación. Si hay alguna zona del cuerpo en la que notas especialmente la flacidez, busca ejercicios específicos para esa área, con el objeto de trabajarla más a fondo. Aquí ya hemos hablado de algunos ejercicios ideales para abdomen, muslos o brazos, pero no dudes en preguntar también en tu gimnasio, para que te guíen en tus rutinas deportivas.
Otro punto fundamental es alcanzar tu peso ideal de manera gradual, o, si ya estás en él, mantenerlo. Para ello, lleva una dieta equilibrada, baja en grasas y con un aporte suficiente de proteínas (en torno al 15% de las calorías diarias deben provenir de proteínas). También es bueno llevar una dieta rica en antioxidantes (presentes en la mayoría de frutas y verduras). Sin olvidar la importancia de mantener la piel bien hidratadada desde fuera y desde dentro -bebiendo abundante agua-, y evitar el tabaco.
Por último, y especialmente en los casos en los que la flacidez se produce tras una bajada de peso repentina, las cremas reafirmantes pueden resultar de mucha utilidad. Los beneficios son más notables si se aplican a diario, pero sobre todo cuando se realiza un suave masaje en sentido circular para favorecer la penetración de la crema. Para saber qué tipo de crema necesitas y en qué dosis, consulta con un dermatólogo o especialista en belleza.
¿Cómo combates tú la flacidez?