Cómo funciona la leptina, la hormona que controla el hambre
La hormona leptina, o lepitina, del griego leptos (delgado), se conoce también por proteína OB, y está producida casi en su totalidad por adipocitos, que son células grasas. En 1994 la descubrieron en el ratón, y posteriormente se localizó en el gen humano OB, ubicado en el cromosoma 7.
La lepitina funciona actúa como un lipostato, se libera lepitina en el flujo sanguíneo cuando la cantidad de grasa acumulada en los lipocitos aumenta, informando así al hipotálamo de que el cuerpo ya tiene suficientes reservas y que inhiba el apetito. Lo que vayamos haciendo en nuestro día a día y a que nos sometemos, stress, ejercicio, lo que comemos, son los factores que van a regular nuestras hormonas de forma inconsciente.
La leptina es la clave del control del metabolismo de la grasa, y monitoriza toda la energía que entra en un organismo. Mide y mantiene el balance energético en el cuerpo al mismo tiempo que regula el apetito y la saciedad de tres maneras:
1 Contrarresta los efectos del neuropéptido Y, un estimulante que segrega el hipotálamo y algunas células del intestino.
2 Contrarresta los efectos de la anandamina, un estimulante del hambre.
3 Promueve la producción de a-MSH (alfa melanocito estimulante), directamente relacionando con la supresión del apetito.
La leptina está segregada por las células del tejido adiposo, y es detectada por los receptores del hipotálamo. Cuando no hay, la alimentación está descontrolada y es insaciable. Los defectos en la secreción de leptina tienen que ver con la desviación de las dietas evolutivas del ser humano.
Lo mejor para controlarla es:
- Vigilar el consumo de azúcares.
- Evitar la lectina presente en los granos.
- Dormir bien y suficiente.
- Evitar las restricciones calóricas severas.
Para aumentarla:
- Alimentación saludable y práctica de ejercicio regular.
- Pescados y alimentos ricos en Omega3,
- Descanso.
- Evitar el ayuno ya que disminuye en un 77% el nivel de leptina y, por supuesto, sumarle todo lo anterior.
