Cómo perder peso tras la menopausia
La menopausia es una etapa muy especial en la vida de toda mujer. Conlleva importantes cambios físicos y psicológicos e implica afrontar un nuevo ciclo caracterizado por transformaciones y adaptaciones diversas. El fin de la fertilidad, determinado por la ausencia de períodos menstruales, provoca una serie de modificaciones hormonales que inciden directamente en los procesos fisiológicos.
El aumento de peso es una de las consecuencias más notables de la falta de progesterona y estrógenos. Estos kilos de más se deben fundamentalmente a la acumulación de tejido adiposo en la zona abdominal, a un menor gasto calórico y a estados emocionales que inducen a un mayor consumo de alimentos.
Los especialistas afirman que las mujeres menopáusicas deben reducir la ingesta alimentaria e incrementar la actividad física en iguales proporciones. Comer menos y moverse más es una fórmula simple que permite enfrentar con éxito las variaciones metabólicas que conducen al aumento de peso.
Entre los 40 y los 50 años las dietas para adelgazar no resultan tan efectivas como antes y cualquier exceso en las comidas resulta más difícil de revertir. Sin embargo, es posible controlar el peso y cuidar la salud, respetando regularmente algunas pautas sencillas.
Es importante incorporar cantidad y variedad de frutas y verduras a la dieta habitual, como así también alimentos ricos en fibras. Los productos fabricados con harinas integrales, las legumbres y los cereales no pueden faltar. Se recomienda evitar azúcares y grasas, prefiriendo el consumo de carnes magras, como la de pescado.
No es aconsejable incluir preparados que contengan altos niveles de sodio ni lácteos que no sean desnatados. Es fundamental beber diariamente dos litros de agua e infusiones suaves que faciliten la diuresis. Las actividades físicas moderadas, tales como caminatas y natación, constituyen el complemento insoslayable de la dieta y la clave para alcanzar los resultados deseados.
