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- Ajusta el contenido calórico de tu dieta a tus necesidades reales y a las raciones recomendadas.
- Reduce la ingesta las grasas, sobre todo las grasa malas (grasas saturadas) presentes en las carnes rojas grasa, la bollería, los dulces, los pates, el embutido, la comida basura, la comida precocinadas, las mantequillas, las margarinas, las frituras, etc.
- Cocina los alimentos con la mínima grasa, al horno, a la plancha o al vapor. Evita las elaboraciones y cocciones que añaden grasas a tus platos, como las frituras.
- Reduce el consumo de carnes rojas y da preferencia las carnes blancas. Con 3 raciones semanales de carne es suficiente. Opta siempre por las más magras.
- Opta por los lácteos desnatados y bajos en grasa.
- Toma 5 raciones diarias de fruta y verduras. En la comida y en la cena toma una ración de verduras u hortalizas. Y toma 3 piezas de fruta a lo largo del día.
- Reducen el consumo de alcohol, café y té.
- Toma pescado azul, rico en omega 3 y 6.
- Consume huevos con moderación. No más de 3-4 a la semana.
- Reduce el consumo de sal y los alimentos ricos en sodio.
