Durante el embarazo ciertas bacterias que acostumbran a ser inofensivas para el cuerpo, pueden volverse de repente muy dañinas. Por ejemplo, la listeria y la salmonella, son una seria amenaza para la salud del feto. Las mujeres embarazadas deben tener mucha precaución en la preparación y la cocción de los alimentos, y para protegerse de las bacterias deben evitarse los siguientes productos:
- Quesos suaves, como el brie, y quesos curados con mohos como el azul o el roquefort.
- Huevos crudos o poco hechos, mayonesas…
- Leche fresca no pasteurizada
- Paté, a no ser que esté pasteurizado
- Ensaladas y alimentos preparados
- Carne o pescado crudo o poco hecho.