Régimenes de choque
Los régimenes de choque consisten en reducir el máximo de ingesta de calorías posible, incluso hay quien aconseja el consumo de inhibidores del apepito. Es habitual pensar que los régimenes de choque pueden ayudar a perder peso, pero es una idea más que equivocada además de ser muy poco saludable.
El cambio repentino que se produce de ingesta de calorías hace reaccionar al cuerpo ralentizando su metabolismo con el fin de utilizar menos calorías de un modo más eficaz, e intentado acumular grasa en lugar de perderla. Debido a esto, la persona que esté bajo este tipo de régimen, requiere comer menos para mantener un peso estable, de modo que cada vez tiene más papeletas para ser propensa a engordar.
Si es cierto que al principio se pueden perder muchos kilos, pero en mayor parte lo que se pierde es líquido. Tan pronto como se empieza a comer de forma normal se recuperan estos líquidos y por tanto los kilos, es lo que se conoce como efecto yo-yo. Al finalizar el régimen de choque se acaba pesando un poco más que antes de iniciarlo.
Además de esto, hay que tener en cuenta que este tipo de régimen no nos aportará la cantidad de vitaminas y nutrientes que necesitamos, por lo tanto será malo para nuestra salud.