Síntomas y tratamiento de un desgarro muscular

Los desgarros musculares son algo que puede ocurrirle a cualquier persona, independientemente de si ésta hace o no deporte y los síntomas que pueden revelar que ha habido un desgarro en el músculo pueden aparecer después de un esfuerzo, lo que puede desembocar en una lesión.

Síntomas

Entre los síntomas más frecuentes que hay en casos de desgarro muscular se encuentran el dolor, contracciones o espasmos musculares, debilidad en la zona afectada o incluso dificultad para mover el músculo, hematoma en la zona, calambres o hinchazón entre otros.

Grados de desgarro

Los desgarros musculares tienen tres grados, primero, segundo y tercero. En el primero, la zona afectada está muy sensible y el músculo tenso. Lo más normal es que se pueda continuar con la rutina diaria. En caso de segundo o tercer grado, el daño y el dolor puede ser notable, algo que empeora con el movimiento.

Causas

Son muchas las posibles causas de un desgarro muscular y entre ellas destaca la posible aparición de un desgarro por culpa de realizar demasiado ejercicio de manera intensa. El sedentarismo hace que se debiliten las fibras musculares y al hacer un esfuerzo puede haber un desgarre o incluso con la desnutrición, dado que también se debilitan las fibras musculares.

La mala circulación, enfermedades como la diabetes, hacer esfuerzos físicos muy bruscos como levantar bastante peso o un mal calentamiento del músculo durante un entrenamiento pueden ser otros desencadenantes de un desgarro muscular.

Tratamiento

El tratamiento más común y el que más suele aplicarse es la terapia RICE (Rest, ice, compression, elevation) o lo que es lo mismo en español: descanso, hielo (o frío), compresión y elevación. Esta clase de tratamiento tiene diferentes duraciones, siempre dependiendo de la gravedad del desgarro, algo que debe determinar el médico, que será quien recomiende cuál es la mejor forma de recuperación.