¿Cenar melón engorda? Mitos y realidad
Cuando pensamos en una dieta las frutas son una de las elecciones más claras. De esta manera, comer melón o sandía nos adelgaza y nos ayuda a aportar a nuestro organismo ciertos nutrientes y minerales que mejoran su funcionamiento diario. Pero existe una creencia acerca del consumo de esta fruta por la noche que, en muchas ocasiones, nos hace plantearnos si es buena idea cenar este alimento para adelgazar y es la siguiente: cenar melón puede hacer que engordemos. Pero, antes de tomar al pie de la letra esta afirmación debemos plantearnos ¿esta idea tiene fundamento?
Lo primero que debemos tener en cuenta es que han sido numerosos los estudios que han comprobado que cenar fruta en sí misma no engorda.
Con respecto a su composición, debemos tener en cuenta que el melón tiene un 90% de agua lo cual lo convierte en un alimento que tiene muy poco contenido calórico (25 calorías por 100 gramos). Esto implica que se trata de un alimento que no es más indigesto que otras frutas, con lo que su consumo por la noche no tendría por qué afectar a nuestro organismo.
Por otro lado, se trata de un alimento que tiene un alto contenido en fibra, con lo que regularemos el funcionamiento de nuestro cuerpo de manera muy efectiva. Ello implica que nuestro sistema digestivo lo digerirá bien y de manera rápida, así la idea de que las digestiones pueden alargarse con las consecuentes desventajas que ello conlleva también están desechadas.
Sin embargo, sí que es cierto que debemos tomar precauciones respecto a la temperatura a la cual tomamos la fruta ya que, si esta se encuentra demasiado fría podemos someter a un choque térmico a nuestro organismo y dificultar la digestión.
En resumen, aunque tiene azúcar, si lo consumimos con moderación, el melón puede ser una excelente cena que no tiene por qué entorpecer nuestra dieta sino, más bien, favorecerla.
