Dieta para diabéticos: pautas para controlar los niveles de azúcar
Las personas con diabetes no pueden producir o utilizar correctamente la insulina, lo que desemboca en una elevación del nivel de glucosa en la sangre.
Aunque hay un importante componente genético, se sabe que la dieta mediterránea es un factor fundamental para prevenir la aparición de la diabetes. Pero además, en los pacientes que ya son diabéticos, una correcta alimentación es un punto fundamental del tratamiento de la enfermedad, ya que ayuda a regular el nivel de azúcar en el cuerpo y a prevenir complicaciones futuras.
¿Quieres saber que pautas de alimentación debe seguir un diabético?
Como sabes, existen diferentes tipos de diabetes: la diabetes de tipo 1 precisa administración de insulina, mientras que la diabetes de tipo 2 se controla sobretodo a través del ejercicio y la dieta . El 80% de los diabéticos de tipo 2 tienen un problema de sobrepeso, por eso se recomiendan especialmente dietas bajas en calorías.
Aunque debe ser tu médico quien te informe sobre lo que debes y lo que no debes comer, quiero reunir algunas pautas de alimentación generales, convenientes en cualquier tipo de hepatitis:
- Trata de comer todos los días a las mismas horas (ayuda a regular el control diabético).
- Fracciona las comidas del día en 5/6 turnos. No te saltes ninguna comida.
- Acostumbrate a pensar en lo que comes. Es importante que controles cuantos carbohidratos consumes y cuantos necesitas (más si haces ejercicio, menos si llevas una vida sedentaria).
- Come frutas y vegetales, tanto crudos como cocinados. Evita los zumos de frutas, las frutas en almíbar y las compotas y mermeladas (excepto las elaboradas expresamente para diabéticos).
- Limita el consumo de alcohol (interfiere con el correcto control de los niveles de insulina).
- Sustituye el azúcar y la miel por edulcorantes no nutritivos como la sacarina o el aspartamo.
- Consume abundante fibra (verduras, legumbres, frutos secos, cereales integrales…).
- Toma leche y yogur desnatados y evita los quesos curados. La nata aporta más grasa.
- Consume a diario aceite vegetal, especialmente de oliva. Evita cocinar con mantequilla, manteca de cerdo o aceites de palma y coco.
- Elimina de tu dieta el consumo de dulces (miel, pasteles, caramelos…) y de bollería industrial.
- Elige carnas magras, lo más aconsejable es tomar pollo o pavo sin piel y conejo.