La dieta mediterránea
¿Cuantas veces has oído que la dieta mediterránea es la mejor para cuidar la salud? ¿Pero sabes exactamente en qué consiste?
De acuerdo, por el nombre todo parece indicar que se trata de un tipo de alimentación que se da en zonas próximas al mediterráneo, y sabemos que la alimentación española forma parte de ella. Pero consiste más bien en una idealización de los hábitos de alimentación de los pueblos mediterráneos, en los que se hace mayor hincapié en los productos vegetales frescos y en las grasas monoinsaturadas (el omnipresente aceite de oliva).
Los beneficios de la dieta mediterránea para tu salud son múltiples. El más conocido es la protección contra enfermedades cardiovasculares, pero también se ha demostrado que está asociada con un menor riesgo de deterioro cognitivo leve durante el envejecimiento.
¿Quieres saber cuáles son las 10 normas para seguir una buena dieta mediterránea?
Aquí te dejo el decálogo de la dieta mediterránea publicado en alimentacion.es , la web de alimentación del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino:
- Utilizar el aceite de oliva como principal grasa de adición.
- Consumir alimentos de origen vegetal en abundancia: frutas, verduras, legumbres y frutos secos. Las verduras, hortalizas y frutas son la principal fuente de vitaminas, minerales y fibra de nuestra dieta y nos aportan al mismo tiempo, una gran cantidad de agua. Es fundamental consumir 5 raciones de fruta y verdura a diario.
- El pan y los alimentos procedentes de cereales (pasta, arroz y especialmente sus productos integrales) deberían formar parte de la alimentación diaria por su composición rica en carbohidratos. Hay que tener en cuenta que sus productos integrales nos aportan más fibra.
- Los alimentos poco procesados, frescos y de temporada son los más adecuados. En el caso de las frutas y verduras, nos permite consumirlas en su mejor momento, tanto a nivel de aportación de nutrientes como por su aroma y sabor.
- Consumir diariamente productos lácteos, principalmente yogurt y quesos.
- La carne roja se debe consumir con moderación y, preferiblemente, como parte de guisos y otras recetas. Se recomienda el consumo en cantidades pequeñas, preferentemente carnes magras, y formando parte de platos a base de verduras y cereales.
- Consumir pescado en abundancia y huevos con moderación. Se recomienda el consumo de pescado azul como mínimo una o dos veces a la semana. Los huevos contienen proteínas de muy buena calidad; su consumo tres o cuatro veces por semana es una buena alternativa a la carne y al pescado.
- La fruta fresca es el postre habitual. Los dulces y pasteles deberían consumirse ocasionalmente. Las frutas aportan color y sabor a nuestra alimentación diaria y son buena alternativa a media mañana y como merienda.
- El agua es la bebida por excelencia en el Mediterráneo. El vino debe tomarse con moderación y durante las comidas.
- Realizar actividad física todos los días.
¿Cumples con los preceptos de una buena dieta mediterránea?
