Hábitos saludables para mejorar tus defensas

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¿Te notas débil? ¿Comes poco? ¿Coges catarros con facilidad? Es probable que tu sistema inmune no esté dando lo mejor de sí, pero cambiar eso está en tus manos.

Una dieta variada y equilibrada, la realización de actividad física, y dejar de lado el estrés son factores claves para fortalecer las defensas. ¿Pero qué son exactamente las defensas? Son quienes permiten a nuestro organismo detectar y destruir virus y bacterias, y de ellas depende que enfermemos o no.

Como ves, mantenerlas bien activas es fundamental. Veamos cómo:

Antes de examinar qué podemos hacer para mejorar nuestras defensas es importante saber qué hábitos las debilitan, para que podamos evitarlos. Es cierto que en parte, el sistema inmune depende de la mejor o peor carga genética que tengamos, pero además, lo que hacemos repercute en nuestra salud, y eso sí está en nuestras manos. Los hábitos que más perjudican a nuestras defensas son:

  • Dormir poco. Es algo a lo que no le damos mucha importancia, pero que debilita mucho nuestra capacidad de reacción frente a infecciones y enfermedades.
  • Consumo de drogas, tabaco o alcohol. Entre otros malos efectos, dificultan la absorción de vitaminas necesarias para el buen funcionamiento del distema inmune.
  • Llevar una alimentación desequilibrada, especialmente si eso ha generado un sobrepeso. El sobrepeso lleva al organismo a producir menos anticuerpos.
  • Vivir en un entorno ruidoso y con contaminación atmósferica. (Aunque entiendo que no puedes mudarte al campo, si estaría bien que buscaras realizar actividades de ocio lejos de la urbe).
  • Sedentarismo.
  • Vida estresante. Aunque eso es díficil de controlar, aprender técnicas de relajaciónpuede resultar una ayuda considerable para tus defensas.

Como es lógico, los hábitos que ayudan son en muchos casos los opuestos a los que acabo de nombrar, pero vayamos más al detalle.

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1. Dormir entre 7 y 8 horas al día.

Se ha demostrado que dormir menos de 5 horas al día causa graves perjuicios en la salud. Lo ideal es dormir alrededor de 8 horas y para eso, a veces, hay que renunciar a ver el final de la serie en la tele. Si te cuesta dormir, prueba a hacer cenar ligeras con alimentos que ayuden a conciliar el sueño, como estos.

2.  Dieta variada y equilibrada

Este punto es fundamental para fortalecer las defensas y es algo que realmente depende solo de nosotros.  Las personas que consumen demasiadas calorías al día, o que por el contrario, apenas comen, tienen mayor riesgo de sufrir infecciones. Toma las calorías precisas para tu actividad diaria.

Además, las dietas ricas en grasas reducen la respuesta de las defensas. Trata de sustituir las menos saludables (bollería industrial, embutidos), por otras más sanas (pescado azul, aceite de oliva..). Y sobre todo, elige alimentos ricos en vitaminas y minerales.

El desayuno es fundamental para empezar el día con fuerzas, pero pocos le prestamos la atención que merece. Deberíamos reservar al menos 15 minutos diarios a desayunar, y primar el consumo de lácteos, cereales y fruta.

3. Haz ejercicio

El ejercicio debe ser entre moderado e intenso. Contra lo que puedas creer, machacarte en el gimnasio no fortalecerá tus defensas, sino todo lo contrario.

Se ha comprobado que para el sistema inmune, la actividad física más beneficiosa es aquella moderada y que se realiza a diario (durante un mínimo de 30 minutos).

4. Relajación y respiración

No dudes en apuntarte a clases de yoga, ya que respirar bien trae numerosas ventajas: favorece la circulación, alivia problemas respiratorios y disminuye la ansiedad.

5. Sé feliz

Otro de esos consejos que parece que no dependen de nosotros. Pero créelo, a ser feliz también se aprende ;).

¿Te preocupa el estado de tus defensas? ¿Haces algo para mejorarlas?

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