La fruta en invierno se llama compota
Tomar alimentos calientes es muy reconfortante en invierno. Cuando fuera está nevando, comer platos de cuchara en casa con unas zapatillas y un pijama calentito es de las cosas más agradables del invierno no crees?
A mí me ocurre que en la estación más fría del año y cuando más necesitamos los nutrientes de las frutas es cuando más me cuesta comerlas…así que la solución es hacerme una compota de pera o manzana bien calentita!
Mi abuela suele hacer compota en otoño, así que durante el invierno sólo tengo que coger los botes que ella me ha preparado (perfectamente cerrados, claro) y comer fruta de temporada en cualquier momento…y calentita!
Es mucho más sana que las mermeladas industriales y es energética a la par que sana y sabrosa…se me ocurren pocas opciones mejores para un día invernal.
El caso es que además de sabrosa, la compota es una forma de ingerir fruta que resulta más adecuada para personas con problemas digestivos, ya que cocinada nuestro cuerpo asimila mejor este rico alimento.
Además, al ser puré está indicada para gargantas sensibles (por cuestión de irritaciones típicas de gripes y catarros) o para personas mayores a las que les cuesta morder o niños todavía pequeños que sólo pueden comer con cuchara.
Otro argumento a favor de la compota es que al cocinar la fruta se aumenta su valor nutricional y si además se añade zumo de cítricos (vitamina C) o frutos secos el valor nutritivo se multiplica y su sabor también!
Vía: Consumer