Protección solar para una piel sana, hidratada y bonita

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Proteger la piel del sol es fundamental para tener una piel, además de bronceada, sana. En cuanto llega el calor a nuestras vidas, queremos lanzarnos a la playa para recuperar ese tono bronceado que nos hace parecer más guap@s y saludables.

Eso no tiene nada de malo, ya que tomar el sol incide positivamente en nuestra salud (elimina el estrés, nos aporta vitaminas, cuida nuestro corazón y disminuye la presencia de determinadas enfermedades mentales).

Pero ponerse moreno no debe convertirse en una obsesión. Para lucir un tono de piel doradito no hace falta prescindir de la crema solar, ni pasarse la vida en la playa. Todos sabemos que el color que va adquiriendo la gente que «se excede» en la playa (naranja acartonado) no es nuestro objetivo.

¿Qué protección solar cuida realmente tu piel? ¿Qué alimentos contribuyen a proteger tu piel  del sol? ¿Qué trucos seguir para conseguir una piel bronceada e hidratada?

1. La crema solar

La crema solar es fundamental para que nuestra piel no se  vea perjudicada por el sol. Creer que sin crema el sol te cogerá más es un falso mito (con el que además, pones en riesgo la belleza de tu piel dentro de unos añitos). Pero es que no basta con usar cualquier crema solar y de cualquier manera.

Debes desconfiar de las cremas que llevan mensajes como «protección total» o «bloqueante solar». No hay NINGUNA crema en el mercado que nos proteja completamente ante el sol. Busca cremas que lleven las siglas IPD o PPD, y que especifiquen que protegen tanto ante los rayos UV-B, como ante los rayos UV-A (no todas las cremas protegen ante estos últimos).

La protección ante los rayos UV-B viene precisada por el factor de protección solar. No se deberían usar cremas con factor de protección por debajo de 15. En cuanto al máximo de protección solar, los expertos explican que es absurdo utilizar una crema de factor mayor de 50, ya que por encima de este factor ya no se consigue una mejor protección solar.

Además, debes recordar que si una crema se pasa mucho tiempo abierta, puede perder su efectividad.

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Los expertos señalan que aunque el uso de la protección solar está extendido, la mayor parte de la gente lo usa mal, con lo que un protector solar de factor 50 acaba actúando como uno de factor 8 (y el de 8 directamente no sirve para nada). ¿Cómo se usa correctamente la crema?

  • Échate la crema media hora antes de ir a la playa, y sobre la piel seca
  • Vuélvete a echar la crema cada vez que te bañes, o cada 3 o 4 horas.
  • Elige un factor de protección alto los primeros días, incluso si eres morena
  • No dejes de utilizar la crema a medida que coges calor (la crema es para protegerte de todos los efectos nocivos del sol, no sólo para que no te quemes).
  • Lo ideal es echarse una capa de de dos miligramos por centimetro cuadrado de piel (un bote te duraría para tres o cuatro días).
  • Compra la crema en una farmacia y pídele al farmacéutico que te ayude a elegir el factor de protección solar ideal para tu piel.

2. La dieta

Hay alimentos que, no sólo ayudan a acelerar el proceso de ponerte moren@, sino que pueden proteger tu piel de las radiaciones solares.

Para prevenir el envejecimiento de la piel  es importante evitar la oxidación. Lo puedes conseguir incrementando tu consumo de vitamina C y vitamina E, así como de ácidos grasos Omega 3.

Los betacarotenos (el recurso tradicional a la zanahoria) mantienen la integridad de los epitelios, por lo que evitarás daños en tu piel y además protegerás tu vista de los rayos del sol.

3. Hidratación

Para tener una piel hidratada hace falta una actuación integral: por un lado, cuidarla desde fuera, pero por el otro, cuidarla también desde dentro. Cuando tomas el sol, la piel se reseca, además de que sudas más y tu cuerpo se deshidrata.

Para evitarlo desde dentro es fundamental que te fijes en la alimentación. Debes beber mucha agua y consumir frutas y verduras frescas con alto procentaje acuoso. Una alimentación rica en vitamina B (carnes, huevos, cereales integrales o legumbres) te ayudará a prevenir la piel cuarteada.

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Cuando vayas a la playa es buena idea que lleves un rociador y te eches agua por el cuerpo cada 20 minutos. Tu piel te lo agradecerá.

Tras tomar el sol durante el día, es recomendable darte una ducha para quitar los excesos de crema en la piel y evitar que esta quede grasa. Después, el uso de un after-sun se hace indispensable: restaura el nivel adecuado de hidratación y fija tu bronceado. Es mejor que lo uses varias veces al día.

Recuerda que una piel hidratada no sólo es más suave, sino que además, se mantiene bronceada más tiempo.

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