Por qué son peligrosas las grasas «trans»?
La grasa trans, también conocidas como grasas hidrogenadas, son grasas vegetales se transforman en grasas saturadas como resultado de añadir hidrógeno a algunos aceites vegetales, un proceso químico llamado hidrogenación.
La hidrogenación consiste en inyectar hidrógeno a los ácidos grasos poliinsaturados de los aceites de semillas como el de girasol o el de soja, obteniendo así lo que se conoce como grasas hidrogenadas o parcialmente hidrogenadas, que son grasas saturadas.
Los productos precocinados (croquetas, lasañas o pizzas), bollería industrial, galletas, margarinas, snacks, aperitivos (patatas fritas) suelen contener grasas trans, así como la comida rápida.
Con este procedimiento se transforma el aspecto de los aceites, que pasan de líquido a estado sólido. En el momento en que la configuración de la grasa se ve modificada es cuando se habla de grasas trans, que consumidas en exceso pueden provocar graves consecuencias para la salud.
Este tipo de grasas están muy presentes en diversos productos porque favorece su conservación en el tiempo, mejora el textura, potencia el sabor y abarata los costes de producción.
Para saber que alimentos contienen estas grasas debes leer las etiquetas del producto. Pues un mismo producto puede tener o no grasas trans dependiendo del fabricante, así por ejemplo no todas las margarinas tienen grasas trans, aunque es bastante frecuente que contengan estas grasas.
Lo más importante es concienciarse de que las grasas trans están presentes en muchos alimentos pero no existe una lista completa de productos con estas grasas, por eso que debamos leer las etiquetas porque las grasas trans tienen efectos negativos en nuestra salud.
El abuso grasa trans tiene efectos negativos a largo plazo como:
- aumento del colesterol
- retraso en la maduración del cerebro
- mayor riesgo de diabetes 2
- mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares
- aumento de peso