Persona preparando masa de pan artesanal.

Cómo hacer la masa de pizza casera italiana de forma fácil

Cómo hacer la masa de pizza casera italiana de forma fácilLas pizzas están riquísimas, y con una buena masa casera mejor que mejor. Muchas veces no la hacemos por pereza, cuando el resultado queda mucho más delicioso con una buena y deliciosa masa hecha por ti mismo como si estuvieses en Italia.

La diferencia entre una pizza hecha con una buena masa y una masa de mala calidad es muy importante. Por eso, hoy te enseñamos paso a paso cómo hacer esta receta de forma fácil y rápida. A partir de ahora las harás siempre!


Cómo hacer la masa de pizza casera italiana de forma fácil

Necesitamos:

  • 300 gramos de harina panificable (llamada «de fuerza»)
  • Un sobre de levadura seca de panificadora
  • Una pizca de sal
  • 200 gr de agua
  • 15 gr de aceite de oliva

Cogemos un cuenco, mezclamos harina, sal y la levadura; hacemos un volcán en el centro y añadimos agua templada y el aceite de oliva. Remueve con un tenedor hasta que quede una masa lisa que no esté pegajosa en los bordes.

En cuanto tengamos la masa más o menos mezclada nos la llevaremos a nuestra zona de trabajo; una zona que estará espolvoreada con harina, sobre todo para que no se nos pegue, y allí la amasaremos manualmente (aplasta y estira con la base de la mano derecha, dobla la masa por el centro y aplasta de nuevo con la base de las dos manos), durante varios minutos, hasta que la masa quede cerca de estar lisa y brillante.

Si está pegajosa le añadiremos más harina, de la que tenemos espolvoreada: no conviene amasar mucho para que nos quede elástica. Entonces la refinaremos, aplastando y retorciendo la masa; une por los extremos y amasa con los puños hasta que quede de una pieza.

Engrasamos el cuenco con un poco de aceite y ponemos la masa trabajada dentro, la cubrimos con un paño y dejamos fermentar de 30 a 40 minutos, (el amasado dura cinco pero el resto de proceso, si queremos la auténtica pizza tradicional conlleva alargar el proceso).

Una vez fermentada eliminamos el gas interior con los puños.

Le daremos forma con un rodillo y dividimos la masa para hacer dos o tres redondas.  También puedes congelarla para futuras ocasiones. Ahora sólo queda ponerle los ingredientes que más te gusten y hornearla.

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