Consejos para adelgazar tras el verano
Las vacaciones de verano pueden resultar muy peligrosas para tu línea: unas patatillas en el chiringuito de la playa, una caña con el aperitivo, unas tapas a mediodía, un helado para refrescarte….¿te suena este plan culinario de la época estival?
Pues nada de esperar al fin del verano…¡hace falta un plan de ataque desde ya! Aprender a adelgazar sin tener que recurrir a grandes sacrificios, sino comiendo sano y equilibrado, es el mejor camino para conseguir mantener el peso.
¿Cómo conseguirlo?
1. Aligera tus platos
Si consigues eliminar 100 calorías diarias de tu dieta, tu cuerpo lo notará, pero tu paladar apenas. Para conseguir platos más ligeros puedes optar por las siguientes ideas:
- Al horno en lugar de frito.
- Con salsa de yogur en lugar de mayonesa.
- Toma un sorbete en lugar de un helado.
- Haz un bocadillo vegetal en lugar de uno de chorizo y queso.
- Utiliza aerosoles para dosificar el aceite.
En casi todos los platos se puede buscar una variante igual de sabrosa pero menos calórica. ¡Simplemente tienes que pararte a pensarlo!
2. Busca aperitivos saludables
En verano renunciar a los aperitivos es misión imposible. Así que ya sabes, si no puedes con tu enemigo únete a él (para derrotarlo desde dentro). Intentar no pedir nada cuando todo el mundo se está poniendo las botas es muy frustrante, es mejor optar por pedir aperitivos sanos. Aunque no lo creas, en casi todos los bares y chiringuitos hay opciones menos calóricas. Apuesta por los aperitivos de mar como mejillones al vapor, o chipirones encebollados.
Si necesitas algo para tomar a media mañana en la playa, opta por piezas de fruta o tortas de cereales.
3. No abuses del azúcar
No tienes que renunciar a lo dulce, pero sí a los azúcares añadidos. ¿Qué quiere decir esto? Que hay que buscar otra forma de endulzar los postres: utiliza especies como el clavo o la canela, haz cocciones largas a fuego lento y escoge frutas dulces para el postre .
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4. Evita las verduras flatulentas
La mala alimentación no sólo provoca un aumento de peso, sino también hinchazón abdominal, que hace que nos sintamos como si hubieramos engordado el doble de lo que lo hicimos.
Las verduras son un plato fundamental para comer ligero, pero si estás hinchad@ no cualquier verdura vale. Las más positivas en este caso son espinacas y acelgas.
¿Las peores? Alcachofa, brécol, col, lechuga, pepino y rábanos.
5. Elige alimentos integrales
Opta por pan, cereales y pasta integrales, ya que cuentan con más fibra, vitaminas, oligoelementos y nutrientes en general. Mucho mejor si compras las versiones biológicas.
Además, los alimentos integrales contribuyen a dar sensación de saciedad, así que con ellos te costará menos disminuir las 100 calorías diarias que te has propuesto ;).
6. Como postre, una infusión
Muchas veces, tras el primer y el segundo plato estamos a punto de explotar…pero nos falta el postre. Elimina esa sensación de vacío tomando una infusión, que además mejore tu digestión. Por ejemplo, de manzanilla, anís, poleo, canela, melisa o regaliz.
Frente a lo que puedas creer, tomar una bebida caliente también contribuirá a refrescarte.
En muchas ocasiones comenzamos a comer por necesidad, pero nos acabamos el plato por vicio. No infravalores el poder de la mente, si le das un bol repleto de comida y tras comer, no ves el fondo, pensarás que has comido poco (aunque hayas comido más que habitualmente).
Utiliza esa ilusión óptica a tu favor, utilizando platos de postre para la comida principal o escogiendo porciones pequeñas.
8. Bebe agua
El agua es el mejor depurativo y el mejor diurético. Acostúmbrate a llevar una botella de agua siempre contigo (en el trabajo, en el coche…), especialmente en verano, ya que es necesario luchar contra la deshidratación de las altas temperaturas.
¿Sigues estos consejos? ¿En qué fallas a la hora de mantener tu peso en verano?
Vía: Consumer