Un tercio de los reclamos saludables de los productos es engañoso

CEACCU considera que no está demostrado que la presencia de ninguno de estos compuestos posea un efecto nutricional o fisiológico beneficioso, como tampoco existe verificación científica en mensajes de ayuda al desarrollo de los huesos o estimula el sistema inmunológico.

A juicio de Quintana, todos estos mensajes son complejos, confusos y profusos, por lo que el etiquetado se ha convertido en un prospecto que hace necesario ir con un manual de instrucciones al supermercado.

A mayor número de mensajes, mayor incremento del precio del producto, ha señalado Quintana, quien ha subrayado que esta subida puede llegar a duplicarse en el caso de los yogures.

A juicio de CEACCU, solo nueve mensajes de las 448 analizados no contenían ningún incumplimiento y, en su mayoría, estaban presentes en los productos más calóricos y menos saludables.

Con todo, Quintana pone de manifiesto que la mitad de los consumidores está dispuesto a comprar estos productos con reclamos supuestamente beneficios para su salud y seis de cada diez reconoce estar de acuerdos con los mismos.

Todos estos productos no son necesarios para estar sanos, ha concluido Quintana quien aconseja a los ciudadanos que consideren que tienen alguna carencia nutricional acudir a un especialista y no sustituyan, pese a lo que lean en las etiquetas, las frutas, cereales o la leche por un preparado.

Enlace: Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios

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Un comentario

  1. Y muchos productos como los zumos Don Simon también lo son, al confundir a los consumidores con que son naturales, cuando no lo son.

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