Alimentos del otoño
¿Cómo sacar partido a los alimentos de otoño para enfrentarnos a los desafíos de esta estación? El otoño es la transición entre la cálida felicidad del verano y la fría apatía del invierno, y ese cambio -que se manifiesta a través de desajustes de nuestros ciclos circadianos y una bajada de las defensas- nos provoca cansancio, cierta pereza y una mayor desprotección frente a virus y catarros.
Los alimentos de temporada, nos ayudan a combatir estos problemas. ¿Quieres saber cuáles son y para qué sirven?
Las frutas de verano son ricas en agua para combatir la deshidratación que el calor puede producir. ¿Y en qué son ricas las frutas de otoño? ¡En vitamina C! Así, te protegen de los resfríados propios de esta estación. Por ejemplo, puedes optar por consumir granadas, ricas en ácido cítrico, pero también en taninos (sustancias con propiedades antiinflamatorias). La granada se puede tomar como fruta, en zumo, pero también en salsa o como guarnición de carnes.
Los frutos del bosque (moras, arándanos, grosellas…) también son propios del otoño y destacan por su alta cantidad de antioxidantes. Teniendo en cuenta que su temporada es corta, debes sacarles mucho partido el poco tiempo que están con nosotros. ¿Cómo? No solo tomándolos solos, sino también para dar más sabor a multitud de recetas, desde zumos, postres y mermeladas hasta salsas en platos de carne.
La uva se trata de una fruta muy energética, ideal para combatir el bajón físico que sentimos al iniciar esta estación. Para el mismo objetivo son muy útiles los frutos secos. ¡No renuncies al magosto!
En cuanto a la verdura, el otoño es rico en vegetales de temporada (judías verdes, pimientos, berenjenas, coles, pepinos, apios, calabazas, endivias…).
Podemos empezar con las setas (a pesar de que no sean una verdura propiamente dicha). Resultan muy poco calóricas y son ricas en vitamina B y yodo. Además, sus aplicaciones culinarias son innumerables.
La berenjena estimula el buen funcionamiento del hígado, favoreciendo la digestión de las grasas. Las coles, por su parte, son ricas en vitamina C y la calabaza, en vitamina A.
¡Aprovéchalas todas!
Vía: Consumer