Colesterol alto en niños

El colesterol alto ya no es un problema exclusivo de los mayores: los malos hábitos de vida, con su consecuente aumento de la obesidad, están provocando que cada vez más niños tengan que controlar sus niveles de colesterol.

En general, para los más pequeños, tener más de 200 mg/dl de colesterol es una cifra alarmante (aunque siempre hay que comprobar que esa cantidad no se deba a un exceso del colesterol bueno). Además, se ha comprobado que de cada 500 niños con problemas de colesterol, solo 1 los tiene por factores hereditarios. ¿Que quiere decir esto? que en 499 de cada 500 casos se puede reducir implementando una dieta adecuada y aumentando la realización de deporte.

A pesar de que el colesterol alto en los niños nos preocupe, ya que el colesterol alto se relaciona con un alto riesgo de enfermedades cardiovasculares, no está probado que unos niveles altos de colesterol en la infancia signifiquen unos altos niveles de colesterol durante la vida adulta.

Para que esto no ocurra, es fundamental desarrollar hábitos saludables, no sólo para mantener el colesterol malo a raya, si no, sobre todo, para aprender a vivir de forma sana y poder mantener esas rutinas a medida que se crece.

¿Qué hábitos saludables debes inculcar en tu hijo?

  • Peso adecuado: es fundamental que el peso de tu hijo se mantenga dentro de los rangos adecuados para su sexo, altura y edad. Pídele ayuda al pediatra si ves que está engordando más de lo que conviene.
  • Debe haber un aporte de calorías suficiente, pero no excesivo. Recuerda que los niños necesitan comer menos que los mayores.
  • Diseña una dieta variada que no excluya ningún tipo de alimentos (frutas, verduras, legumbres, cereales, pescados, carnes magras, lácteos…).
  • Las grasas son importantes para el cuerpo, pero en su justa medida. No le dejes abusar de las grasas saturadas (mantequillas, embutidos…) y compra los lácteos desnatados. Nunca compres productos industriales o pre-cocinados, o al menos vigila que no lleven grasas trans.
  • Aumenta el consumo de frutas, verduras y legumbres.
  • Fomenta el uso de aceite de oliva, especialmente crudo.
  • Anima a tu hijo a practicar deporte de forma habitual. Cuando es pequeño, puedes meterlo en actividades extraescolares deportivas. Busca además, alternativas de ocio activas para realizar en familia.
  • Haz todo lo posible por evitar que tu hijo se convierta en fumador pasivo. Inhalar humo de tabaco no sólo es malo para el corazón, aumenta el riesgo de padecer asma y empeora los síntomas de los niños asmáticos y otros problemas como la otitis. Así que convierte tu casa y coche en espacios libres de humo.
  • Vigila su tensión arterial. Una tensión arterial es muy rara en niños, pero conviene tomarla anualmente, a partir de los 4 o 5 años, para asegurarse de que no existe ningún problema.

Todas estas medidas son adecuadas para todos los niños, independientemente de que tengan problemas de colesterol o no, porque sin duda, contribuirán a evitar que los tengan en el futuro. La mayoría de los niños no se hacen pruebas de colesterol, pero hay grupos de riesgo en los que hay que controlar especialmente los niveles de esta sustancia. Son los siguientes:

  • Al menos uno de los padres tiene niveles de colesterol superiores a 240 mg/dl.
  • Tiene padres o abuelos que han sufrido problemas de corazón antes de los 55 años.
  • Niños con un exceso importante de peso y que llevan una vida sedentaria.
  • Niños con enfermedades crónicas como diabetes, hipertiroidismo, o enfermedades de riñón.

Si tu hijo cumple alguna de estas características, debes comentarlo con su pediatra y analizar sus niveles de colesterol de forma frecuente desde la infancia.

Vía:  Blogbebes

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