Los nuevos desórdenes alimentarios
Comer o no comer, esa es la cuestión. Y entre esos dos parámetros hay un sinfin de insanas posibilidades con denominación; desde las conocidas anorexia o bulimia hasta novedosos desórdenes que todavía no avala la comunidad científicas tales como la ortorexia, la vigorexia, la geumatofobia, la drunkorexia o la pregorexia.
La obsesión social por lograr una figura delgada ha derivado en un sinfin de patologías en estudio que afectan en mayor o menor medida a un importante porcentaje de la población occidental.
Cuando hace unos años comenzaron a diagnosticarse casos de anorexia y bulimia la información sobre estos trastornos alimentarios nos bombardeó durante semanas. Los diferentes medios se nutrieron de reportajes, escandalosas noticias y extravagante material visual sobre estas nuevas «enfermedades modernas».
Ahora, cuando todos sabemos qué son anorexia y bulimia los medios de comunicación llegan con nuevos nombres para similares patologías. Tan nuevos que, por ahora, la comunidad científica todavía estudia los casos y no reconoce dichos trastornos de la alimentación. Son estos:
- ORTOREXIA: Preocupación obsesiva por comer sólo alimentos sanos y puros.
- VIGOREXIA: Obsesión por lograr un cuerpo escultural.
- GEUMATOFOBIA: Temor al gusto por sabores desconocidos. En niños y en adultos, en especial en mujeres embarazadas, se han documentado casos de ansia por comer sustancias no alimenticias como tiza, papel, cal, tierra, etc.
- DRUNKOREXIA: Tendencia a comer menos o a ayunar para compensar el alcohol ingerido durante los días previos. Se da sobre todo en chicas jóvenes, presionadas socialmente por la aceptación de la delgadez y la aceptación social del alcohol.
- MANOREXIA: Anorexia nerviosa en hombres.
- DIABULIMIA: Patología que sufren los diabéticos (sobre todo mujeres) que reducen sus dosis de insulina de forma intencionada para reducir su peso).
- PREGOREXIA: Este concepto apareció hace pocos años para describir el comportamiento de algunas embarazadas que reducen calorías y hacen más ejercicio que el recomendado en su situación. Se habló mucho de si la aparición del término se basaba en una preocupación real de la sociedad o en una estrategia para concienciar a las madres de que debían alimentarse de forma sana antes y durante el embarazo para evitar complicaciones. En todo caso el fenómeno se da cada vez más.
La conclusión que yo saco, personalmente, de todo lo aquí expuesto, es que los desequilibrios alimentarios se van diversificando y que la imagen de la felicidad, mostrada por los medios masivos de comunicación, sigue estando muy distorsionada.
Se siguen viendo verdaderos atentados contra la salud perpetrados por iconos de la moda y marcadores de tendencias (caso de Karl Legerfeld) y su influencia sobre la población, sobre todo femenina y joven, es real y palpable, sólo hay que ver todas estas nuevas patologías!
Por el momento mi preocupación por la dieta no se ha convertido en una obsesión y confío en poder controlarlo. Lo cierto es que hay que ser muy consciente porque es fácil caer en la trampa social…no crees?
Fotos Flickr: 1, 2, 3, 4
Vía: Consumer
Excelente post; es claro, conciso, y muy informativo a la vez. ¡Felicidades!
la verdad no tiene nada de malo ser bulimica y se que esta bien :)
la verdad es malo ser bulimica y estoy comentando esto para qe se den cuenta,que algunas personas asi considerandome buscan alguna salida facil para adelgazar y ser una princess!;)
despues de ver esto creo que soy un poquito diabulimica jejejeje…he entrado a algunos sitios pro-ana, no es porque me guste ni nada por el estilo, vi yn reportaje en el canal 3 y me quede totalmente impresionada, osea, la gente realmente esta mal, y tienen una idea demasiado exagerada de la perfeccion..